lunes, 19 de diciembre de 2011

Circuncisión Maasai y Samburu


La circuncisión o Emorata es uno de los eventos más importantes en la vida del pueblo Maasai. El corte de la carne convierte a un muchacho en hombre, una muchacha en mujer. Esto se hace cuando ambos sexos están entre las edades de trece y dieciocho años.
La preparación empieza aproximadamente dos meses antes de la ceremonia. Son necesarios una serie de artículos para su celebracion: plumas de avestruz, miel y cera y un toro especial para el día de la ceremonia. La miel se emplea para la preparación de la cerveza que beberán todas las personas que asistan a la ceremonia. La miel, mezclada con agua y unas raíces especiales se guarda en una calabaza, en un lugar caliente, normalmente junto al fuego, durante dos semanas hasta que fermenta. Entonces se filtra y es dividido en varias calabazas. Las plumas del avestruz se usan para decorar, a modo de corona, a los jóvenes circuncidados y la cera se aplica a las puntas de flechas para que no dañen a las muchachas.



El ritual en una circuncisión de los muchachos empieza en la víspera del día importante. Su madre afeita su cabeza y le da un nuevo vestido. Él se afeita el cuerpo y lo limpie cuidadosamente, entonces se pone un par de sandalias de cuero. No debe retener ninguna posesión como recordatorio de su juventud. El muchacho sale en busca de un arbolillo llamado alatim para plantarlo al lado de su casa en el día de la ceremonia. Es un símbolo de su nueva masculinidad. El muchacho busca a la persona que le va a circuncidar y ésta toma los cuchillos que se usarán en el ritual, los afila, y los guarda en un lugar seguro hasta el día de la celebración. Normalmente, se suele pagar al circuncidador con una cabra por cada circuncisión realizada.
Además elegirá a uno o dos familiares varones ya circuncidados que le ayudarán a pasar la operación sujetándolo por detrás. Si el muchacho ha tenido relaciones previamente con una mujer circuncidada se cree que los cuchillos quedarán malditos. 
El día de la celebración, el grupo de jóvenes que van a ser circuncidados, sale muy temprano para proceder a los ritos de purificación. Ven hasta el arroyo más cercano donde hacen la limpieza de la suciedad de la juventud incircuncisa ,laiyok, antes de que ellos puedan renacer como hombres. A veces son ayudados por un pariente íntimo, quien les lava de la cabeza al dedo gordo del pie con agua fría. El agua usada en esta limpieza se guarda en un recipiente por la noche junto con un hacha. Este agua se llama engare endolu(agua del hacha), y simboliza el lavado de todas las transgresiones hechas por el muchacho durante su niñez.

La operación es muy dolorosa pero se espera que el muchacho permanecerá callado y se mostrará valiente, aunque sus padres se retuercen y gritan simulando su agonía; para preparase, los muchachos suelen practicar con los compañeros que serán circuncidados el mismo día, pellizcándose fuertemente hasta que aguantar sin pestañear. Se supone que un joven o una joven que resiste firmemente la prueba será un hombre o mujer preparados para soportar los desafíos de la vida.
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Después de la ceremonia, se considera que ya es un adulto y tomará una primera bebida compuesta por sangre de una ternera mezclada con leche agria. A partir de entonces no agachará su cuerpo para que las personas mayores le toquen la cabeza como saludo. Durante varios meses el grupo circuncidado permanecerá en aislamiento para recuperarse. Dejarán crecer su pelo y al acabar su aislamiento se aplican pintura blanca en la cara. Durante este periodo de aislamiento, los muchachos llevan pieles de animales teñidas de negro con carbón de leña y aceite. Se dedican a cazar pájaros cuyas plumas usarán para decorar su tocado. Si un muchacho permaneció valientemente en silencio durante la operación puede usar plumas de colores, pero si lloró o gritó entonces sólo podrá llevar plumas grises.




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